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¿Por qué educar a mi perro?

¿Por que educar a mi perro?

Cuando nacen, los perros disponen de un comportamiento natural limitado casi a su supervivencia más inmediata y después necesita del apoyo de su entorno, al principio de su madre y después de su dueño, para ir aprendiendo aquellos comportamientos que resultan adecuados para su bienestar y la convivencia.

Ellos no nacen sabiendo todo. Cuando nacen tienen insertados un mínimo de comportamientos que les ayudan a sobrevivir en las primeras semanas de vida, dos ejemplos de ello son los impulsos de mamar y de buscar el calor y el contacto de la madre, ya que nadie tiene que enseñarles a hacerlo, sino que lo hacen ellos solitos.

El resto de cosas que tu perro sea capaz de hacer cuando sea adulto tendrá que aprenderlas, en mayor o menor medida. Y para que las aprenda es preciso enseñarle y educarle.

Cuando hablamos de educar a un perro, en sentido amplio, no nos referimos únicamente a enseñarles ordenes de obediencia, como sentarse, o que acuda cuando le llamamos.

Estas ordenes, junto con otras son muy importantes para poder controlar al animal, pero ademas es necesario que aprenda a comportarse en diferentes situaciones, como quedarse solo en casa, viajar en coche, ir al veterinario, pasear por diferentes lugares donde haya perros y personas, etc.

Con educar también nos referimos a enseñar al perro a que «controle» algunas conductas propias de su especie, como el ladrido, los destrozos, donde hacer las necesidades, etc, de manera que no supongan un quebradero de cabeza para nadie.

Desgraciadamente mucha gente piensa que educar es lo mismo que castigar. Pero nada más lejos de la realidad. Educar a un perro significa guiarle y orientarle para que se comporte de forma adecuada.

Para tener una buena relación con tu perro, debes hacer incapie en algunas cosas: Entender qué necesita tu perro y proporcionarle las oportunidades para que lo haga, establecer unas normas constantes y claras para que entienda lo que se puede hacer y lo que no, y premiar aquellas conductas realizadas correctamente y obviando las que no te parezcan adecuadas.

Los beneficios de la educación de tu perro son innumerables, tanto para ti como para tu entorno familiar y de amistades, tus vecinos y la gente del barrio donde vives, también para los otros animales con los que se relaciona (tanto en casa como por la calle), y por supuesto para él mismo.

Tu perro será mucho mas feliz y tú disfrutaras mucho más de él si tiene una educación adecuada.

En el caso de que no quieras o no puedas dedicar el tiempo y el esfuerzo necesarios para la educación de tu perro, los inconvenientes que pueden surgir son también muy numerosos.

Si no educas a tu perro, o lo haces de una forma que no sea adecuada, puede que llegues a tener un animal inseguro, desconfiado, tan incontrolable que provoque molestias  a los demás, que se estrese fácilmente y se comporte mal ante cualquier situación anormal o poco habitual (viajes, visitas en casa etc), pero también que sea un suplicio la convivencia con él, sacarle de paseo, etc, y que tenga problemas serios de comportamiento , como destructividad, fobias, agresividad, ansiedad etc.

Así que ya sabes, si os esforzáis un poco, tu perro y tú lo agradeceréis. Merece la pena ¿no?

Fdo: Carlos Calatayud

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