Artículos

Las espigas en los perros.

LAS ESPIGAS EN NUESTROS PERROS

Las espigas son las semillas o formas de reproducción y propagación de las plantas gramíneas. Tienen una típica forma de arpón que les permite quedar fuertemente enganchadas al perro de los animales.

Las espigas tienen una afilada punta, cuando se clavan debido a su forma de arpón, no pueden retroceder, se abren a modo de paraguas y  se van clavando cada vez con mayor fuerza en el punto en que están fijadas. Esta es base de los problemas que producen en el perro. Cuando las espiguillas se secan se desprenden y es muy fácil que cuando un perro pasea o se restriega encima de ellas, se introduzcan por diferentes orificios: nariz, ojos, oídos, incluso a través de la piel.

Si el animal comienza a cabecear bruscamente mientras estamos en la calle o al poco de subir a casa posiblemente tenga una espiga en el oído. Hay que actuar rápidamente y acudir al veterinario para que se la extraiga. cuanto mas tiempo pase mas dolorido estará el animal y mas profundamente estará alojada la espiga por lo que habrá más riesgo de que se desarrolle después una otitis o incluso en ocasiones una perforación del tímpano. Debo recordar que las espigas del oído nunca salen solas de los oídos.

Otro sitio donde pueden dar problemas las espigas es al entrar por la nariz. Vendrán acompañados por numerosos estornudos. El animal arrugará la nariz, intentará frotarse el hocico con las patas y en ocasiones sangrará.

Puede que lo que haya provocado estar irritación haya sido ya expulsado. Si la espiga no sale puede progresar hacia la faringe y ser tragada. En estos casos los síntomas pueden permanecer un tiempo pero irán a mejor, mientras que si la espiga permanece en la nariz los síntomas irán empeorando.

Cuando las espigas se introducen en los ojos, se quedan alojadas dentro del párpado, entre el globo ocular y el párpado. Notaremos que el animal tiene el ojo medio cerrado e inflamado. Se pueden alojar también bajo el tercer párpado de los perros.

Las espigas en los ojos producen muchísimas molestias, dolor, reacción inflamatoria y úlceras en la córnea.

En otras ocasiones las espigas se podrán clavar en la piel e ir migrando hasta aparecer en el tórax o en el abdomen o también si la espiga entra por la boca mientras el perro va corriendo puede ir directamente a alojarse en el pulmón.

Como recomendación debemos pasear a nuestros perros por zonas dónde hay poca concentración. Cepillarles a menudo y revisarles el pelo, orejas y en definitiva todo su cuerpo.

Fdo: Carlos Calatayud

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *